MENSAJE DEL CONGRESO DE POBREZA REALIZADO EN LA CIUDAD DE BADAJOZ EL A�O 1999 Nos acercamos a los pobres con la humildad y respeto, abiertos a sus interpelaciones y asus juicios porque no somos pobres y algo tenemos que ver con su pobreza... nos acercamos para acompa�arles y servirles, para evangelizarles, para provocar la Buena Nueva del REino y para dejarnos evangelizar por ellos. Nos comprometemos a poner en nuestras vidas m�s autenticidad y solidaridad, el talante de las Bienaventuranzas. Queremos ser pobres y humildes, queremos estar cerca de los que lloran o sufren, queremos tener los ojos limpios y el corazon misericordioso , queremos trabajar por la justicia y por la paz.... Reconocemos la necesidad de la presencia del Esp�ritu de Jesus en nosotros para no quedarnos en buenas intenciones o en deseos vacios. Toda pobreza es fruto amago del pecado. Queremos convertirnos a la esperanza, no como lo hace la sociedad de la abundancia con solidaridaridades superficiales y paternalismos camuflados, con individualismos interesados y soluciones espectaculares, sino con la esperanza que brota de la cruz que es camino de vida nueva, de libertad plena, de nueva humanidad. Son los pobres los que mantienen viva la esperanza y nos invitan a mirar al futuro. Pedimos a Dios, presente entre nosotros , que nos ilumine para caminar con humildad buscando la transformaci�n de la historia , segun su proyecto, uqe pasa necesariamente por la superacion de las pobrezas y marginaciones antiguas y nuevas, porque la gloria de Dios es que el hombre viva, en libertad, en dignidad y en comuni�n con sus semejantes.